¿Qué tiene que ver el “Harzer Rote Höhenvieh” [raza bovina autóctona del sur y centro de Alemania] con el ganado retinto en Andalucía?
Durante muchos siglos, el „Rote Höhenvieh“ ha demostrado ser la raza ideal para las montañas alemanas de media altura (Harz, Vogtland, Vogelsberg, Sauerland, Bayerischer Wald). Este ganado de mediano tamaño, rojo y poco exigente está perfectamente adaptado a este entorno. El „Rote Höhenvieh“ era el ganado preferido, sobre todo, de los pequeños ganaderos y mineros en la montañas del Harz. Las vacas servían para dar leche y para labor. En los años 50 del siglo pasado, las condiciones cambiaron fundamentalmente. El ganado de labor ya no era tan necesario y las exigencias para la producción de leche, subían cada vez más. La raza no daba para tanto. Según como se concebía la situación entonces, a mediados de los años 70, se dejó, oficialmente, de llevar libros genealógicos, tanto en el Oeste como en el Este de Alemania. Casi hubiera significado la desaparición de esta raza. Pero después de la „Wende“ en Alemania, esta antigua raza bovina, gracias al empeño, la perseverancia y el entusiasmo de muchas personas, obtuvo una nueva oportunidad. En los últimos 30 años, la cabaña creció de solo unos 40 animales a 2400 vacas en 350 explotaciones de cría, a día de hoy. ¿Cómo se ha conseguido eso? Por un lado, hubo y hay ayudas tanto nacionales como europeas para ganado en peligro de extinción. Eso es importante y está bien pero no es suficiente para un verdadero regreso. Para que el éxito sea sostenible, hace falta vincular las ventajas de esta raza antigua con las actuales exigencias sociales. El „Rote Höhenvieh“ se presta perfectamente para pastorear en zonas protegidas en las montañas de media altura – mucho mejor de lo que podríamos hacerlo las personas con moto desbrozadoras. Aparte de eso, se ha conseguido llamar la atención de la gastronomía en el Harz: la calidad de la carne es extraordinaria.
Pero, ¿qué tiene que ver eso con el ganado retinto?
Durante muchos años, me ocupé de la cría de ganado bovino en Alemania y la conservación de la raza „Rotes Höhenvieh” fue y sigue siendo un asunto de corazón para mi. Este año, visité la Dehesa San Francisco en Andalucía. Me encantó el proyecto de reavivar la trashumancia. También aquí, gracias a personas empeñadas en conservar razas autóctonas, se trabaja por una transformación inteligente de las tradiciones a la actualidad. ¡Impresionante lo que se consigue y se ha conseguido en la Dehesa San Francisco! Ernestine Lüdeke y Hans-Gerd Neglein me recibieron muy cordialmente y, por supuesto, no quería presentarme sin llevar un regalo.
Me decidí por un cencerro de vaca antiguo del Harz. Pienso que el cencerro del „Rotes Höhenvieh“ casa, desde el punto de vista ideológico, perfectamente con los cencerros de las vacas retintas en España.
El cencerro tiene su historia – aquí está:
Realmente, no es un cencerro, sino un campanillo. Los cencerros se hacían en un proceso de fundición, mientras que los campanillos, se hacían de chapa laminada unida con remaches. Pero, aún así, el nombre de cencerro está muy arraigado. El cencerro viene con un arco de madera de fresno tallado a mano. El color del arco indicaba quien era el propietario. Un „artesano de cencerros“ tenía que tener habilidades musicales y de artesanía. Ahora ¡lo más importante! Los cencerros en un rebaños estaban sincronizados y armonizados. Por un lado, por su tamaño, por otro lado, por las abolladuras dados con un martillo. Cuando andaba un rebaño compuesto por un toro, vacas, becerros y terneros, se podía oír, en el mejor de los casos, una melodía. Conseguir eso, era la „alta escuela“ pero, desgraciadamente, ese arte ya se ha perdido. Mi „regalo cencerroso“ formaba parte de un juego de cencerros de los años 30 del siglo pasado y había sido elaborado en un pequeño pueblo en el Harz, Bad Suderode. Es un cencerro para un becerro que en el Harz se llama „Biller“. Mientras que las vacas mayores tienen un paso algo más plácido y el cencerro produce un sonido bajo „bum-bum“, un cencerro con sus pasitos más cortos, saltando de un lado a otro, produce un tono más alto con otro compás más rápido … y todo junto en un rebaño moviéndose, sonaba una melodía, ¡fascinante! ¿verdad?
Os deseo a todas las personas que se dediquen a la protección y conservación de antiguas razas autóctonas un máximo éxito.
Gernot Pohl
