En Alemania aún existe la maravillosa y sabia tradición de una especie de “peregrinaje profesional”: los jóvenes al terminar la formación en su oficio (sea carpintero, ebanista, albañil, etc.) inician una andadura por el mundo de mínimo 3 años y un día siempre a una distancia prudente de su casa. A cambio de alojamiento y comida se albergan donde se les invite y, después de concluir el trabajo, quien les haya acogido en su casa, le da un “dinero para el camino”. Esta tradición va acompañada de muchos detalles, por ejemplo, que los peregrinos no utilizan su apellido, solo el nombre durante el peregrinaje y que llevan un libro de peregrinaje donde cada uno que les haya acogido en su casa, les dedica algunas palabras. Es muy curioso, pero al entregarle este libro a quien les alberga, le dan un toque con un dedo al libro como señal de que la responsabilidad para el libro se guarde cuidadosamente, pasa a quien lo tiene en sus manos.
Tim & Max – los dos carpinteros – llegaron a la Dehesa San Francisco porque su tradicional y original vestimenta les llamó la atención a unos amigos que, de camino a la Dehesa San Francisco, se encontraron con ellos en una estación de servicio….y….los trajeron.
Las obras de Tim & Max se ven en las fotos.
